La rotura del Ligamento Cruzado Anterior (LCA) es una lesión común en la rodilla que puede comprometer significativamente la estabilidad y la funcionalidad de la articulación. El tratamiento de una rotura del LCA depende de la gravedad de la lesión, la edad del paciente, su nivel de actividad y sus objetivos funcionales.
Tratamiento conservador (NO HAY OPERACIÓN):
Consiste en abordar la lesión sin recurrir a la cirugía, mediante un enfoque no invasivo. Este tratamiento se enfoca principalmente en la fisioterapia, la rehabilitación y la gestión de los síntomas, con el objetivo de mejorar la función de la rodilla y permitir que el paciente retome sus actividades cotidianas o deportivas de manera segura.
¿Cuándo se recurre al tratamiento conservador?
Esta modalidad suele realizarse en situaciones donde la rotura del LCA es parcial o en personas que no participan en deportes de alto impacto. También se considera en casos en los que la cirugía no es una opción viable debido a la edad del paciente, problemas de salud o la preferencia personal de evitar procedimientos quirúrgicos.
Tratamiento quirúrgico (SI HAY OPERACIÓN):
El tratamiento quirúrgico generalmente consiste en una reconstrucción del ligamento dañado mediante una intervención llamada cirugía de reconstrucción del LCA. Durante este procedimiento, se reemplaza el LCA roto con un injerto tomado de otro tendón del propio paciente o de un donante (injerto alogénico). La cirugía se realiza de manera artroscópica, utilizando pequeñas incisiones y una cámara para guiar al cirujano.