FIDOCOR Fisioterapia y Ejercicio
26 Jul
26Jul

La hemiplejia y la hemiparesia son dos de las secuelas más frecuentes tras un ictus. Ambas afectan a un solo lado del cuerpo, aunque en diferente grado: la hemiplejia implica una parálisis parcial o completa, mientras que la hemiparesia se refiere a una debilidad muscular que limita el movimiento pero no lo anula por completo. En ambos casos, la movilidad, el equilibrio y la funcionalidad se ven comprometidos. En FIDOCOR, en Oleiros, acompañamos a personas que han sufrido un ictus desde las fases iniciales hasta la etapa crónica, ayudándoles a recuperar funcionalidad y autonomía mediante un tratamiento activo, personalizado y centrado en objetivos funcionales. Uno de los pilares de este tratamiento son los ejercicios terapéuticos.



Importancia de los ejercicios para la hemiparesia y hemiplejia:
El objetivo de los ejercicios no es solo mover un músculo, sino
reconectar el cuerpo con el cerebro. Gracias a la
neuroplasticidad, el cerebro tiene la capacidad de reorganizarse y crear nuevas conexiones, y eso es precisamente lo que buscamos con una rehabilitación activa, progresiva y bien guiada.

                                                                                             Infografía. Tipos de parálisis 

En función del nivel de movilidad y del momento de recuperación, utilizamos diferentes tipos de ejercicios, adaptados a cada persona. Estos son algunos ejemplos:

  • Ejercicios pasivos: el terapeuta moviliza las extremidades afectadas sin la participación activa del paciente. Son esenciales en fases iniciales para mantener la movilidad articular y prevenir rigideces.
  • Ejercicios activos-asistidos: el paciente intenta moverse y el terapeuta o una herramienta le ayuda a completar el movimiento. Fomentan la participación activa y estimulan la conexión neuromuscular.
  • Ejercicios activos: el paciente realiza el movimiento por sí solo, con o sin resistencia. Son clave para ganar fuerza, mejorar el control motor y favorecer la autonomía.
  • Ejercicios funcionales: simulan actividades de la vida diaria, como alcanzar un objeto, levantarse de una silla o caminar. Permiten que la recuperación se traduzca en mejoras reales en la calidad de vida.
  • Ejercicios de equilibrio y coordinación: esenciales para prevenir caídas y mejorar la seguridad en el desplazamiento.

Cada persona que llega a FIDOCOR tras un ictus tiene una historia y un camino distinto por recorrer. Por eso, diseñamos programas de tratamiento únicos, ajustados a las necesidades y objetivos de cada paciente. Nuestra meta no es solo recuperar el movimiento, sino también la confianza y la independencia.Si tú o un ser querido estáis enfrentando las secuelas de un ictus, no dudéis en poneros en contacto con nosotros. Juntos, podemos trabajar para que cada paso cuente.

              Infografía. Paciente con hemiplejia realizando ejercicios asistidos en Fidocor

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